La Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, conocida comúnmente como DACA, fue establecida por la Administración Obama en 2012. Desde entonces, ha impactado las vidas de los jóvenes inmigrantes porque proporciona un alivio temporal de la deportación y autorización de trabajo a ciertas personas indocumentadas que llegaron a los Estados Unidos cuando eran niños.
En esta entrada del blog, profundizaremos sobre DACA, quiénes califican, sus beneficios, desafíos y estado actual.
Primero, debemos aclarar que DACA es un alivio administrativo de la deportación, que protege a los jóvenes inmigrantes elegibles y les proporciona permisos de trabajo dentro del país que se renovarán cada dos años de acción diferida, una promesa del gobierno de los EE. UU. de que los calificados para DACA no serán deportados. Seamos claros: esto no debe tomarse como un paso hacia la residencia permanente o la ciudadanía.
Para ser elegible para DACA, los solicitantes deben cumplir con requisitos específicos:
Edad: El solicitante debe haberse mudado a los EE. UU. antes de cumplir 16 años y debe haber sido menor de 31 años al 15 de junio de 2012.
Residencia: Residencia continua en los EE. UU. desde el 15 de junio de 2007.
Presencia: Estar físicamente presente en los EE. UU. el 15 de junio de 2012 y al momento de solicitar DACA.
Educación y servicio militar: Estar actualmente en la escuela, haberse graduado de la escuela secundaria, haber obtenido un GED o ser un veterano dado de baja honorablemente.
Antecedentes penales: No debe haber sido condenado por un delito grave, un delito menor significativo y, por supuesto, no debe amenazar la seguridad nacional o la seguridad pública.
Los beneficiarios de DACA son comúnmente conocidos como Dreamers y tienen varios beneficios:
Protección contra la deportación: Este es uno de los beneficios más esenciales, ya que pueden vivir sin el miedo constante a la deportación.
Autorización de trabajo: Otro punto crítico es que se les permite trabajar legalmente en los Estados Unidos, lo que significa que tienen oportunidades laborales más significativas.
Educación: Los Dreamers pueden acceder a tasas de matrícula estatales, becas y otros beneficios educativos.
Licencias de conducir: Esto mejora su movilidad e independencia.
Número de Seguro Social: Esencial para varios procesos financieros y legales.
Por supuesto, también existen algunos desafíos y limitaciones para los beneficiarios de DACA, ya que no es una solución permanente y debe renovarse cada dos años, lo que puede ser estresante e incierto. Además, el hecho de que no ayude a los Dreamers a obtener una residencia o ciudadanía es que están en un limbo legal que puede cambiar según el liderazgo político.
DACA sin duda ha beneficiado a muchos jóvenes, pero la clave es mantenerse informado y buscar asistencia legal si la necesitas para navegar por este complejo proceso.