Todo inmigrante tiene miedo a sufrir un proceso de deportación, y sin dudas, es una de las situaciones más aterradoras que puede enfrentar cualquier persona que quiere rehacer su vida en otro país ya que genera una gran incertidumbre sobre el futuro.
En esta nota, te brindaremos algunos consejos sobre qué hacer y qué no hacer si te enfrentas a un proceso de deportación en los Estados Unidos.
1. No entres en pánico y busca asesoría legal inmediata
El primer paso es mantener la calma. Si bien el proceso de deportación es serio, tienes derechos y recursos a tu disposición. Para proteger tus derechos, debes contactarte con un abogado de inmigración experimentado apenas recibes la orden de deportación o seas notificado sobre el proceso. Un equipo legal podrá evaluar tu caso y generar una estrategia para tu defensa.
2. Conoce tus derechos
Sin importar tu estatus migratorio, debes comprender que tienes derechos. Algunos de estos son:
A guardar silencio: No estás obligado a responder preguntas sin la presencia de tu abogado.
Juicio justo: Esto significa contar con una audiencia ante un juez de inmigración, para presentar tu caso.
A apelar: Frente a la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA) en caso de que el juez dicte una orden de deportación en tu contra.
3. Asiste a todas tus audiencias y responde a las notificaciones
Sin dudas, recibir una notificación para comparecer ante un tribunal de inmigración es un asunto serio por eso es vital que asistas a todas las audiencias ya que no presentarte puede resultar en una orden de deportación.
No olvides responder todas las notificaciones del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) u otras entidades gubernamentales.
4. Conoce las defensas disponibles
Un abogado experimentado en migración podrá saber qué camino tomar según tu situación particular, algunas opciones son: pedido de asilo, cancelación de deportación, ajuste de estatus, entre otros.
5. Recolecta toda la documentación
En todas las situaciones legales es necesario contar con evidencia, cuando hablamos de migración algunas de ellas son: pruebas de residencia en el país, documentos de identidad y pasaporte, registros médicos y educativos, documentación de empleo y cualquier correspondencia que hayas tenido con el USCIS o con los tribunales de inmigración.
No todo está perdido cuando te enfrentas a un proceso de deportación, por eso es esencial que no subestimes el poder de tener un abogado de tu lado para defender tus derechos y aumentar tus chances de éxito.
Contáctanos para que podamos evaluar tu caso.